Es el nuevo libro del autor de la insólita epopeya de El rey desnudo. En esta ocasión, las composiciones también tejen un argumento en el que se dan cita infinitos viajes en autobús, encuentros profundamente irrelevantes en el interior de un autobús, absurdos intentos de meditar, dejar la mente en blanco o algo por el estilo en el interior de un autobús, polígonos industriales vistos a través de la ventanilla de un autobús, gente brillante que se da al fanatismo, gente que tiene sus manías, gente que se cree original, gente que quiere ser célebre a cualquier o ningún precio, …
Es el nuevo libro del autor de la insólita epopeya de El rey desnudo. En esta ocasión, las composiciones también tejen un argumento en el que se dan cita infinitos viajes en autobús, encuentros profundamente irrelevantes en el interior de un autobús, absurdos intentos de meditar, dejar la mente en blanco o algo por el estilo en el interior de un autobús, polígonos industriales vistos a través de la ventanilla de un autobús, gente brillante que se da al fanatismo, gente que tiene sus manías, gente que se cree original, gente que quiere ser célebre a cualquier o ningún precio, gente que padece estados normalizados de estandarizada madurez, visiones apocalípticas, sueños húmedos, soledad, disparatadas conversaciones telefónicas, desesperadas peroratas grabadas en teléfonos móviles, gente que lee mucho y amontona libros, gente que lee mucho y roba libros, gente que sueña que escribe y hace cosas pero que en verdad hace poco o nada o todo, gente que contrae deudas con los bancos, gente que sueña con viajes galácticos, gente que se aburre en el trabajo, gente que tiene bajas laborales, gente que vive en lugares remotos y añora a novias de un pasado aún mas remoto… Además están Orfeo, Euríduce, Ícaro, Caronte, el Minotauro y otros personajes no menos mitológicos como Pessoa, Haroldo Conti, Figueras, Bulgakov, esos obreros que trepan, esos funcionarios díscolos, una profesora de Filosofía que es a la vez socorrista que es a la vez autora del poema definitivo. Hay también escritores que se quitan de encima sus propios textos y algún que otro poeta dando la murga. También hay poemas.
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