La tensión de la adolescencia de Tomás llega a un punto de no retorno cuando viaja con su familia, como todos los años, al pequeño pueblo de veraneo en el que suelen pasar las vacaciones. Bajo la blanda inactividad veraniega todo empieza a suceder de pronto como en un encadenamiento inaplazable: el descubrimiento del sexo y de la violencia, la muerte, la trasgresión… Tomás se descubre a fogonazos, como si no pudiera evitar que su inteligencia fuese un paso por detrás de sus acciones, hasta que la dinámica de las cosas le lleva a participar en un acto que no …