Si crees que los monstruos no existen, tienes que hablar con Theodora Hendrix. La primera regla de la Montruosa Liga de los Monstruos es: mantén a los monstruos escondidos de los humanos. Pero cuando el zombie Georgie y Bandido, su inseparable gato, encuentran a un bebé abandonado, no pueden dejarlo a su suerte ya que sería devorado por los trasgos. Así que se llevan a la pequeña a casa, donde rápidamente se vuelve parte de la familia. Han pasado diez años desde aquel día, y la joven Theodora no parece vivir asustada aun habiendo sido criada por monstruos. Pero ahora, …
En “El filón de Oro” (All Gold Canyon, 1905), Jack London nos describe inicialmente un pequeño paraíso terrenal al que llega un buscador de oro. Este comienzo, que poco o nada tiene que ver con el resto del relato, el hombre aparece definido como un intruso destructor que origina caos y violencia rompiendo la paz del lugar, algo premonitorio de la presencia del ser humano en todo el globo. En este dramático relato, un buscador solitario es atacado por un ladrón que le dispara por la espalda mientras está buscando oro en el rio. Acababa de encontrar por fin el …
Una noche del mes de marzo, Johan Boje, un agente de la policía de Central y West Jutland muere luego de ser atropellado por un auto a alta velocidad frente a su casa. Su jefe, Axel Borg, es uno de los primeros en llegar a la escena del crimen. Rápidamente se da cuenta de que este no es un simple caso de atropello y fuga, sino un asesinato brutal. El hijo de nueve años de Boje afirma haber visto el auto y dice que quien conducía era un policía. ¿Es sólo la imaginación de un niño traumatizado? La cámara de …
Cuando la bella Lorinda escogió su traje de noche, con la clara idea de quedarse maravillosa, empezó el reto de planear con gran cuidado la estrategia que iría seguir, para conquistar un novio al que pudiera dominar. Ella quería salirse con la suya de nuevo y esclavizar su voluntarioso y joven esposo, como había esclavizado a los demás admiradores, tendría primero que cautivarlo, hacerlo enamorase perdidamente por ella, obligándose a sí misma a verse encantadora, aunque, sintiera que odiaba a su esposo con vehemencia. «Haré con que me ame», se repitió con aire sombreo, «y cuando eso suceda, lo despreciaré …