«Estaba acostada boca arriba sobre el altar. Lo envolví con mis piernas. Él aún llevaba puesto el cuello. Usé las manos para llevar sus labios hacia mis pechos. Me estaba cogiendo. Finalmente había perdido mi virginidad». Alva no se unió al grupo de confirmación luterano en la escuela cuando lo hicieron sus amigos. Tiene diecinueve años cuando decide recibir la confirmación. El nombre del párroco es David Widmark y tiene unos treinta años. Encantador, sexy y... prohibido. Inician un juego. Un juego en el que Alva lentamente comienza a empujar los límites. Y David se lo permite. Una tarde, Alva …
«Yo soy Eros. Un Adonis encarnado en un cuerpo humano. Formo parte de la fuerza más poderosa del universo. Yo soy movimiento, luz y velocidad, todo al mismo tiempo. Soy todo aquello que puedes ver. Soy el sexo; hago el amor y tengo sexo. Doy besos y caricias. Puedo ser rudo y delicado. Hacerlo rápido y con calma. Tu edad no es importante, siempre y cuando seas mayor de edad. Puedes ser joven o puedes mayor. Mientras cuentes con lucidez, voluntad y la información necesaria para dejarte llevar por el deseo, te doy la bienvenida a mi mundo de abundancia». …
«Entonces decidimos que Seb va a ser nuestro fuckboy. En lugar de dejarlo entrometerse en nuestra amistad, lo vamos a compartir. Todos sacan su tajada. Nadie será excluido. Todos haremos el amor, disfrutaremos y sentiremos su grandioso cuerpo. Placer y éxtasis. ¿Qué podría salir mal?». Por supuesto, esa idea fue inesperada. Yo era la diplomática, Nelli la pensante e Isa la romántica. Todas éramos diferentes, y aun así, muy parecidas. Tres amigas. En el preciso momento en que entró a nuestro salón de clases, todas lo deseamos. Nuestras vaginas gemían por él y nuestros muslos se sacudían por el deseo. …