“Miré el reloj. Él regresaría a casa en cualquier momento. Subí por las escaleras para asomarme al cuarto de los niños y asegurarme de que estuvieran dormidos. Lo estaban, así que bajé y volví al dormitorio. Me senté en la cama, esperando. Los minutos se sintieron como horas. Era consciente de que en cualquier segundo escucharía las llaves abriendo la cerradura de la puerta principal. Los sonidos del hombre de la casa, el padre, el hombre que me pagaba, Loui Viggo, entrando a su propio hogar. A su castillo. Y me encontraría ahí. Desnuda. En su cama. Lista para seducirlo.” …
Tres historias eróticas sobre doctores, clínicas y sexo con doctores en clínicas... ¡Doctor, Sexo Por Favor! : Picante es la mejor palabra para describir el giro que ha dado mi vida. Hago esfuerzos por concentrarme. Mi cuerpo arde en un fuego aparentemente inagotable. El segundo año en la escuela de enfermería, Charlene no puede imaginarse el giro que va a dar su vida, un giro más erótico que romántico. Ella, normalmente muy tímida, se verá tentada en una velada estudiantil, un evento que tiene reputación de ser deshinibido, casi una orgía. Vistiendo medias negras y tacones, aquí está: ¡lista para …
“Algo es seguro, Elo jamás la ha decepcionado y no será esta la primera vez. Al quedar frente a la emperatriz, que sigue con los muslos muy separados, él comienza a besarle la vagina suavemente. Es respetuoso y paciente. La emperatriz está impresionada, normalmente el primer hombre del día se abalanza sobre ella, impaciente después de las largas horas de espera, para colmarla con su seguridad, deseo y lascivia.” Existe un reino lejano en el que los roles son opuestos, y son las mujeres quienes, dueñas de su placer y su cuerpo, tienen un séquito de hombres dispuestos a satisfacer …
«Estaba acostada boca arriba sobre el altar. Lo envolví con mis piernas. Él aún llevaba puesto el cuello. Usé las manos para llevar sus labios hacia mis pechos. Me estaba cogiendo. Finalmente había perdido mi virginidad». Alva no se unió al grupo de confirmación luterano en la escuela cuando lo hicieron sus amigos. Tiene diecinueve años cuando decide recibir la confirmación. El nombre del párroco es David Widmark y tiene unos treinta años. Encantador, sexy y... prohibido. Inician un juego. Un juego en el que Alva lentamente comienza a empujar los límites. Y David se lo permite. Una tarde, Alva …
Olivia no cree en lo paranormal, pero cuando sus amigos la ayudan a desempacar sus pertenencias en su nueva casa, encuentran un tablero de Ouija que alguien había dejado en el garaje. Los amigos quieren probarlo, pero Olivia duda. Sin embargo, finalmente acepta darle una oportunidad. Las siguientes noches, Olivia siente un deseo irrefrenable mientras yace en la cama. Comienza a tocarse. El placer se siente glorioso, su deseo es salvaje. Casi había olvidado esa sensación; se siente insoportablemente bien. Casi puede sentir su presencia. Su novio que ya no está con ella. ¿O sí lo está? Paranormal es un …
«Cierro los ojos. Y me transporto a tu océano de sabores. Te beso y te acaricio con mis labios, mi lengua y toda mi energía», pienso. Día de los enamorados. Él planificó este día, tomando en cuenta cada detalle. Para honrarla ella, su maravillosa y hermosa Amanda. Tiene preparado un día entero para brindarle todo lo que se merece. Desayuno en la cama —con café, jugo de naranja y tostadas— que dará paso a una jornada de sexo apasionado y salvaje, con el único propósito de satisfacerla. Y ese es tan sólo es el comienzo de este maravilloso día. Amanda, …
«Entonces decidimos que Seb va a ser nuestro fuckboy. En lugar de dejarlo entrometerse en nuestra amistad, lo vamos a compartir. Todos sacan su tajada. Nadie será excluido. Todos haremos el amor, disfrutaremos y sentiremos su grandioso cuerpo. Placer y éxtasis. ¿Qué podría salir mal?». Por supuesto, esa idea fue inesperada. Yo era la diplomática, Nelli la pensante e Isa la romántica. Todas éramos diferentes, y aun así, muy parecidas. Tres amigas. En el preciso momento en que entró a nuestro salón de clases, todas lo deseamos. Nuestras vaginas gemían por él y nuestros muslos se sacudían por el deseo. …