Tres historias eróticas sobre doctores, clínicas y sexo con doctores en clínicas... ¡Doctor, Sexo Por Favor! : Picante es la mejor palabra para describir el giro que ha dado mi vida. Hago esfuerzos por concentrarme. Mi cuerpo arde en un fuego aparentemente inagotable. El segundo año en la escuela de enfermería, Charlene no puede imaginarse el giro que va a dar su vida, un giro más erótico que romántico. Ella, normalmente muy tímida, se verá tentada en una velada estudiantil, un evento que tiene reputación de ser deshinibido, casi una orgía. Vistiendo medias negras y tacones, aquí está: ¡lista para …
—¿Puedes venir a mi oficina? Me pongo de pie e inmediatamente siento la tensión que me invade y se apodera de mí. Extrañamente, me siento relajada y tensa al mismo tiempo. Esta es la primera vez que me dirige más de dos palabras. Liz trabaja como secretaria en una clínica. Se siente atraída y fascinada por el confiado y atractivo doctor. Se pasa los días escuchando su voz y transcribiendo sus notas, y durante ese tiempo, fantasea con todo lo que desea hacer con él. El doctor se convierte en su droga. Un día, él la llama a su oficina …
Olivia no cree en lo paranormal, pero cuando sus amigos la ayudan a desempacar sus pertenencias en su nueva casa, encuentran un tablero de Ouija que alguien había dejado en el garaje. Los amigos quieren probarlo, pero Olivia duda. Sin embargo, finalmente acepta darle una oportunidad. Las siguientes noches, Olivia siente un deseo irrefrenable mientras yace en la cama. Comienza a tocarse. El placer se siente glorioso, su deseo es salvaje. Casi había olvidado esa sensación; se siente insoportablemente bien. Casi puede sentir su presencia. Su novio que ya no está con ella. ¿O sí lo está? Paranormal es un …
«Yo soy Eros. Un Adonis encarnado en un cuerpo humano. Formo parte de la fuerza más poderosa del universo. Yo soy movimiento, luz y velocidad, todo al mismo tiempo. Soy todo aquello que puedes ver. Soy el sexo; hago el amor y tengo sexo. Doy besos y caricias. Puedo ser rudo y delicado. Hacerlo rápido y con calma. Tu edad no es importante, siempre y cuando seas mayor de edad. Puedes ser joven o puedes mayor. Mientras cuentes con lucidez, voluntad y la información necesaria para dejarte llevar por el deseo, te doy la bienvenida a mi mundo de abundancia». …
“Miré el reloj. Él regresaría a casa en cualquier momento. Subí por las escaleras para asomarme al cuarto de los niños y asegurarme de que estuvieran dormidos. Lo estaban, así que bajé y volví al dormitorio. Me senté en la cama, esperando. Los minutos se sintieron como horas. Era consciente de que en cualquier segundo escucharía las llaves abriendo la cerradura de la puerta principal. Los sonidos del hombre de la casa, el padre, el hombre que me pagaba, Loui Viggo, entrando a su propio hogar. A su castillo. Y me encontraría ahí. Desnuda. En su cama. Lista para seducirlo.” …
«Estaba acostada boca arriba sobre el altar. Lo envolví con mis piernas. Él aún llevaba puesto el cuello. Usé las manos para llevar sus labios hacia mis pechos. Me estaba cogiendo. Finalmente había perdido mi virginidad». Alva no se unió al grupo de confirmación luterano en la escuela cuando lo hicieron sus amigos. Tiene diecinueve años cuando decide recibir la confirmación. El nombre del párroco es David Widmark y tiene unos treinta años. Encantador, sexy y... prohibido. Inician un juego. Un juego en el que Alva lentamente comienza a empujar los límites. Y David se lo permite. Una tarde, Alva …
«Entonces decidimos que Seb va a ser nuestro fuckboy. En lugar de dejarlo entrometerse en nuestra amistad, lo vamos a compartir. Todos sacan su tajada. Nadie será excluido. Todos haremos el amor, disfrutaremos y sentiremos su grandioso cuerpo. Placer y éxtasis. ¿Qué podría salir mal?». Por supuesto, esa idea fue inesperada. Yo era la diplomática, Nelli la pensante e Isa la romántica. Todas éramos diferentes, y aun así, muy parecidas. Tres amigas. En el preciso momento en que entró a nuestro salón de clases, todas lo deseamos. Nuestras vaginas gemían por él y nuestros muslos se sacudían por el deseo. …