Cuando Bernardo Gutiérrez pisó la Amazonia brasileña, supo que ya había amado aquellos colores, aquellos ríos. De niño había pasado dos años en Caracas y guardaba tenues imágenes de indígenas, aguas negras y hormigas gigantes. Fue corrigiendo aquellos recuerdos en su último viaje, desde Manaos hasta la desembocadura del Amazonas. Recorrió una tierra de doble filo, al mismo tiempo cielo e infierno: por un lado, naturaleza exuberante y perfumada, la magia, los botos o delfines rosados que se convierten en hombres; por otro, lluvias ingobernables, humedad y barro, la desigualdad crónica, los esclavos y las diezmadas tribus indígenas, las madereras …
Enunciar un mañana es condenarlo a que no exista o postergarlo a generaciones venideras. Está demasiado lejos. Mañana es una utopía, necesaria para desplazar el horizonte del presente, pero puede que sea siempre inalcanzable. Pasado mañana, en cambio, está a la vuelta de la esquina. Lo tocamos con la punta de los dedos. Es un telescopio que transforma el futuro en presente y que enuncia de forma sólida y propositiva una alternativa para España y para el mundo. «Pasado mañana» es un viaje en busca de la visión política de la España del cambio, una España que sorprende a un …