Los hijos del Capitán Grant no es una de las novelas archiconocidas de Verne, pero sí se cuenta entre las favoritas de sus lectores más devotos. Robert y Mary se enteran del hallazgo de una botella con un mensaje escrito por su padre, náufrago desde hace dos años. Deciden entonces emprender ellos mismos un viaje por los sures del mundo para buscarlo. En la novela se destacan otros personajes bien perfilados y determinantes, como el científico Paganel, el resto de la tripulación del Duncan y Ayrton. Una primera parte de la novela transcurre en Sudamérica, particularmente en la Patagonia, la …
«Aunque ligeramente alarmada, ella obedece y se gira dando la espalda al hombre. En lugar de estar preocupada, reflexiona sobre si no debería estarlo un poco más. Al fin y al cabo, está en un bosque alejado de las leyes humanas, con un hombre desconocido que insiste en no intercambiar palabra alguna y que ahora, sin ninguna aclaración, está tocándola.» Emma se dirige a visitar a su amiga cuando su coche tiene una avería en medio de un bosque en plena noche y, para colmo, apenas tiene batería en su celular. Mientras espera al servicio de asistencia, se dirige a …
Entre los brazos del escritor Jesús Díez, están desnudas las ciudades que él ha interrogado y que la distancia inventa. ¿Dónde terminan las ciudades, dónde comienza el escritor? Dónde encuentra las respuestas a lo ilimitado de sus deseos y sus miedos, de las sombras y los colores de las calles recorridas, de las ficciones realizadas. Más allá de los números que marcan las agujas de un reloj, en sentido contrario, el rostro del tiempo es un sueño que se aleja en los ojos del viajero. De regreso, él da comienzo a una y mil cartas de luz cegadora, donde una …
«Esa noche, cuando iba de camino a casa desde el teatro, donde se había pasado las últimas dos horas viendo cómo actuaban otras personas, vio que el apartamento de Ulrik en el distrito de Østerbro tenía las luces encendidas. Tenía el manuscrito en el bolso y, de repente, sintió un deseo vehemente de verlo. Le encantaba sentarse en su sala de estar y que él se sentase en el sillón y la corrigiese atentamente mientras ella andaba hacia delante y hacia atrás frente a él y le mostraba su progreso. Casi sin darse cuenta, tocó el timbre con un dedo.» …