Cuando despertó se sentía mejor de lo que se había sentido en muchas semanas: simplemente no se sentía enfermo. Se apoyó un momento en el marco de la puerta que separaba su dormitorio y el baño hasta que estuvo seguro de que no se había mareado. Ni siquiera un poco, ni siquiera cuando se puso a buscar una zapatilla debajo de la cama.Era una luminosa mañana de abril, no tenía ni idea de qué hora era porque su reloj llevaba mucho tiempo parado, pero cuando cruzó el apartamento y llegó a la cocina vio que su hija había desayunado y …
George O’Kelly, con la imaginación a más de mil kilómetros de distancia, pensó que era horrible cuanto había bajo el sol. Se precipitó hacia el metro, y durante noventa y cinco calles mantuvo la mirada perdida en un cartel publicitario que mostraba con la mayor crudeza que sólo existía una posibilidad entre cinco de que conservara la dentadura diez años. En la calle 137 interrumpió su estudio del arte publicitario, salió del metro y echó a correr de nuevo. Emprendió una carrera incansable, angustiada, que lo condujo esta vez a su casa: una única habitación en un alto y horrible …