Carmen no durará más de un par de días. Mason escupió un trozo de hielo y observó compasivamente al pobre animal. Luego se llevó una de sus patas a la boca y comenzó a arrancar a bocados el hielo que cruelmente se apiñaba entre los dedos del animal. Nunca vi un perro de nombre presuntuoso que valiera algo D81 concluyendo su tarea y apartando a un lado al animal-. Se extinguen y mueren bajo el peso de la responsabilidad. ¿Viste alguna vez a uno que acabase mal llamándose Cassiar, Siwash o Husky? ¡No, señor! Échale una ojeada a Shookum, es… …
Situada en el siglo XV en París, Esmeralda, una gitana que predice el porvenir y atrae fatalmente a los hombres, es acusada injustamente del crimen de su amado y es condenada a morir en la horca. Agradecido por el apoyo y la piedad que recibió de ella, Quasimodo, un hombre sordo y deformado por una joroba en su espalda decide salvarla. Así es como el campanero de la catedral de Notre Dame, con su poderosa fuerza y reconocido por una horrible fealdad que esconde un corazón sensible, le da asilo en la catedral. Sin embargo, la historia no acaba allí, …
El monje y la hija del verdugo es una una novela gótica, en la que prima el misterio y lo sobrenatural. La novela narra el amor prohibido y fatal que siente un joven monje franciscano, llamado Ambrosius, por una muchacha, Benedicta. Ambrosius, junto con otros dos monjes franciscanos, es enviado por sus superiores al monasterio de Berchtesgaden, cerca de la ciudad de Salzburgo. Ya casi al final de su viaje se topan con un cadalso, de cuya horca pende un ajusticiado. En los alrededores de tan macabro lugar hayamos a Benedicta, la hija del verdugo, de cuya belleza va a …
MAURICE, O LA CABAÑA DEL PESCADOR (1820): El relato tuvo una vida azarosa: Mary Shelley lo escribió para Laurette Tighe, quien era la hija de unos amigos. Intentó publicarlo utilizando el nombre de su padre, William Godwin, pero éste se negó rotundamente aclaramos que en la época de Shelley no era sencillo publicar algo, cualquier cosa, si se era mujer. El texto se perdió, se olvidó; hasta que en noviembre de 1997 “The Times” anunció que en un palacio situado al norte de Florencia había aparecido entre cartas y papeles, en un baúl que no se había abierto durante mucho …
En uno de sus más vívidos y conmovedores relatos, el católico Balzac señala que los creyentes no conciben que alguien no crea como ellos. En cambio, numerosos incrédulos aceptan, comprenden y hasta celebran que los demás crean. En “La misa del ateo” refiere el caso de un reputado médico de París, ostentosamente ateo, que es sorprendido por un colega asistiendo periódicamente a misa en San Sulpicio. Invitado a explicar su contradictoria conducta, el médico ateo refiere que, siendo un pobrísimo estudiante de medicina, casi muerto de hambre, fue protegido por un modesto aguador, hombre simple, muy creyente y bondadoso, que …